Los gastos de consumo personal en Estados Unidos registraron una lectura peor a la esperada, subiendo un 0,1% en junio versus el +0,2% esperado y un aumento revisado de 0,2% de mayo.
La anterior constituyó la lectura más baja de los últimos tres meses. El gasto de consumo anotó una inesperada caída de 0,2% versus el aumento de 0,2% proyectada por el consenso de los agentes. El veloz recorte en ahorro y gastos de los norteamericanos desde septiembre de 2009 indica una debilidad en la economía.
Cuando los ingresos superan a los gastos, los consumidores ahorran más. La tasa de ahorro para junio aumentó 5,4%, rendimiento máximo en un año. La tasa de ahorro fue de 5,0% en mayo.
Con una débil recuperación, la presión del subyacente inflacionario se mantiene baja. El gasto de consumo personal excluido alimento y energía, aumentó en 1,3% anual en junio. El índice está muy cercano al observado por la Reserva Federal como un evaluador de la inflación.
Los sueldos y salarios cayeron en junio según muestra el índice de gastos de Consumo personal. Sin embargo, las compras de productos durables (motores de vehículos y servicios) cayeron bastante. El único aumento en las compras lo constituyeron los productos no duraderos.