- Los mercados esperan que la Fed aumente su tasa de interés en 25 puntos base a un rango de 1.00%-1.25%.
- Por otra parte, se anticipa que la inflación interanual de mayo de EEUU haya retrocedido hasta un 2.0% desde un 2.2% en abril, y que las ventas minoritas hayan crecido 0.1%.
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Los mercados bursátiles operan con un ligero sesgo positivo durante el segundo día de la semana mientras esperan impacientemente a que se publiquen los datos sobre la inflación y las ventas minoristas de Estados Unidos, así como también la decisión de política monetaria del FOMC, el miércoles 14 de junio.
Para la inflación de mayo, los analistas de Wall Street anticipan que el índice de precios al consumo haya acumulado un avance interanual de 2.0% desde 2.2% en abril. Es importante destacar que el menor dinamismo en la inflación general habría sido explicado por una caída en los precios energéticos y por una base de comparación alta. Por otra parte, se prevé que la inflación subyacente anual siga sin dar signos convincentes de un aumento más estable y sostenible, y se haya mantenido sin cambios en 1.9% el mes pasado.
En relación a las ventas minoristas, se estima que las ventas al menudeo hayan crecido solamente 0.1% en mayo, tras haber aumentado 0.4% el mes anterior. De confirmarse, estos resultados generarían menos optimismo sobre la re-aceleración de la actividad económica durante el segundo trimestre del año luego de un débil desempeño del producto interno bruto en los primeros tres meses del año (1.2% anualizado). Esto se debe a que el consumo es el principal motor de la economía de los Estados Unidos, ya que representa aproximadamente 70% del PIB del país.
Respecto al anuncio del FOMC, el consenso de mercado apunta a que la Fed aumentaría objetivo de su tasa de referencia en 25 puntos base a un rango de 1.00%-1.25%. Sin embargo, el enfoque se centrará en las observaciones del Banco Central en relación a la trayectoria de su ajuste monetario y en sus pronósticos macroeconómicos correspondientes a su horizonte de proyección.
Si la Reserva Federal adopta un tono ligeramente menos positivo sobre la evolución de la economía y la recuperación de la actividad productiva en el segundo trimestre del año, esto podría desatar una gran presión de venta para el dólar estadounidense, al menos en el corto plazo, a medida que el mercado recalibra sus expectativas para el futuro. Algunas de las divisas que tendrían a beneficiarse de un sesgo más conciliatorio por parte de la Fed serían el dólar canadiense tras los comentarios del BoC, el euro, y algunas emergentes como el peso mexicano, que sigue ofreciendo un buen carry.
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